Puerto Vallarta no sólo tiene
paisajes esplendidos enmarcados por el mar, sino que también tiene otras
ofertas turísticas y una de ellas es la Iglesia
de Nuestra Señora de Guadalupe, una edificación que se ha convertido un
auténtico símbolo de la ciudad.La torre de la iglesia se alcanza
a ver desde varias calles de distancia, incluso para los paseantes de la playa
sería imposible no voltear a ver la edificación, sobre todo, porque las
campanadas de su reloj marcan el tiempo de los habitantes.
Las fiestas de esta parroquia se
celebran durante el mes de junio y su construcción data de inicios del siglo
pasado. La particularidad de este templo es que su corona es una réplica a la
que una vez usó Carlota, la esposa de Maximiliano Habsburgo, durante la
intervención francesa en México. Pese a la actividad sísmica que se registra en
esta parte del país, la Corona de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe
permanece en su sitio para que todos los turistas disfruten de su esplendor.